Estimados celestinistas,
En las memorias de Giacomo Casanova hay una curiosa anécdota de cuando estuvo en Zaragoza en 1768. Tiene todo el aspecto de ser una invención del exagerado caballero veneciano, basada en los cuentos de las mil y una noches.
Aquí está:
Ramón Pignatelli era un canónigo de la Catedral del Pilar de Zaragoza “que presidía la Inquisición y todas las mañanas hacía meter en
la cárcel a la alcahueta que le había dado de cenar el día de antes con una puta que había pasado la noche con él, después de esto iba a confesarse, decía misa, comía después, el demonio de la carne se apoderaba de él, le buscaban otra mujerzuela, la gozaba
y al día siguiente por la mañana hacía lo que el precedente”.
(tomado de
http://servando-mibarricada.blogspot.ca/2011/06/el-caballero-casanova-en-zaragoza.html)
En inglés, en Las memorias de Casanova en Googlebooks
Enrique Fernandez
President of the Canadian Association of Hispanists
Professor, University of Manitoba, Winnipeg, Canada
Enrique_Fernandez@umanitoba.ca