Encontré por casualidad en un sermón de Fray Luis de Granada un curioso pasaje que parece inspirado en la Celestina u otra trotaconventos, aunque no se cita la procedencia literaria. Es en un sermón escrito hacia 1585 tras el escándalo de la monja portuguesa Sor María de la Visitacón, que había fingido llagas y otros milagros:
"Otro aviso servirá para algunas mujeres que profesan virtud, encomendándoles el recogimiento de sus casas y que eviten, cuanto les sea posible, según la condición de su estado, demasiados discursos de unas partes otras, y coman su pan con silencio. Porque una de las cosas que Salomón (Prov. 2) nota en algunas mujeres es que no pueden sufrir la quietud, ni tener los pies sosegados en casa, sino andando de una parte á otra. Lo cual es cosa que impide mucho el recogimiento del corazón porque en el cuerpo inquieto no suele estar el corazón recogido. Y mas particularmente eviten el comunicar en casas de señoras nobles; porque como algunas de ellas tengan maridos, hijos e hijas, pretenden casamientos y haciendas para ellos, y salud en sus enfermedades, y tampoco les faltan pleitos y negocios, y para todo suelen pedir socorro de oraciones á este linaje de mujeres y hacerles por esto algunas limosnas. Y entendiendo ellas que estas caridades se les hacen por el olor de la virtud, a veces procuran de parecer más santas de lo que son y aun de contar algunas revelaciones y favores de Dios. Y por aquí halla el demonio entrada para pervertirlas y engañarlas. Por tanto, si son pobres, conténtese con un pedazo de pan, y trabajen por ganarlo con sus manos, porque así dice San Jerónimo que lo hacía nuestra Señora; y negocien con Dios lo que les falta, y no anden por casas ajenas vendiendo santidad para ganar de comer"
(Fray Luis de Granada, Sermón contra los escándalos en las caídas públicas, BAE, tomo 11, Obras de Fray Luis de Granada, vol. 3, pg. 56)
Enrique Fernandez Acting Head Dept. of French, Spanish and Italian U of Manitoba Winnipeg, Manitoba R3T 2N2 Enrique_Fernandez@umanitoba.ca